Sergio García ha vuelto a confirmarse como uno de los mejores golfistas del mundo en el US Open 2016 celebrado en el tremendamente exigente recorrido de Oakmont Country Club (Oakmont, Pennsylvania, EEUU). El castellonense ha sido quinto al par del campo, un resultado sobre el que se apuntaba que podía estar el triunfo.
El título ha sido para el estadounidense Dustin Johnson (-4), brillante ganador de su primer grande después de firmar tres rondas con el 6 por delante. Su 69 final certificaba que había sido el mejor en Oakmont.
La trayectoria de Sergio García en la competición ha sido sencillamente fantástica. Solo el dropaje en el hoyo 15 tras caer en bunker, que le costó un buen bogey, le apartó de una lucha furibunda por el título, siempre en persecución de Dustin Johnson. Era el segundo de los tres bogeys seguidos que fueron su cruz en la jornada.
Hasta entonces el castellonense circulaba con un -2 total y en el día que le permitían seguir en la pomada. Este domingo había finiquitado la tercera ronda –cabe no olvidar que las tormentas eléctricas provocaron retrasos toda la semana- con un 72 que le dejaba al par, lejos de la cabeza, pero con opciones.
El de Borriol se fajó en el inicio de la cuarta ronda, obteniendo buenos birdies en los hoyos 4 y 5 que le permitían soñar con todo. Otro birdie en el 13 le acercaba aún más al sueño, pero la secuencia de tres bogeys seguidos entre el 14 y el 16 dinamitaron ese sueño.
Con el par del campo para terminar, Sergio García caía a la quinta plaza, lejos del -4 de Dustin Johnson pero a un solo golpe del -1 de Jim Furyk, Scott Piercy y Shane Lowry; es decir, firmaba un resultado espectacular en el durísimo ‘major’ de Oakmont. Una vez más, un 10 para el levantino.
Enorme estreno de Jon Rahm
La lucha de Sergio García por el título no debe eclipsar en modo alguno el sensacional estreno en un ‘major’ de Jon Rahm (+7), que se ha despedido del mundo amateur a lo grande, con un vigesimotercer puesto y con la sensación de que está para codearse con los mejores.
El 76 de su primera vuelta encontró réplica en un estratosférico 69 en la segunda manga, en un 72 en el ‘moving day’ y en un 70 en su última ronda. Con esta última tarjeta ascendió una veintena de puestos.
Tampoco le han ido nada mal las cosas a Rafael Cabrera-Bello (T33, +8), que con sus dos vueltas centrales –de 70 y 69 golpes- llegó a ver de cerca la opción de tocar Top 10. Un 75 en su despedida le apartó de esa idea, pero no debe eclipsar las buenas sensaciones de la semana.
Una idea de la dureza del torneo la ofrece el hecho de que se quedasen fuera del corte Rory McIlroy, Justin Rose, Rickie Fowler, Patrick Reed, Paul Casey, Henrik Stenson, Brandt Snedeker,… jugadores de primer nivel mundial.
36 hoyos de enorme solvencia
La clave de la buena clasificación de Sergio García hay que encontrarla en la jornada del viernes, en la que dio una lección de sobriedad y de solidez. En ella disputó 36 hoyos con un balance de un 68 (-2) y un 70 (par) para -2 al total. De esta forma, y con la segunda ronda inconclusa, el castellonense era segundo en casa club.
Hacerle ocho birdies al recorrido de Oakmont no era nada fácil, y Sergio García los hizo.
También mantenían sus opciones de estar el domingo en juego Rafael Cabrera-Bello y Jon Rahm, que permanecían con los mismos registros que el jueves, cuando la jornada se paró por la amenaza de tormentas eléctricas. Esa primera ronda se cerró con Rafael Cabrera-Bello con +4 y con Jon Rahm con +6.
El ‘major’ más exigente del año
Muy probablemente estemos ante el ‘major’ más exigente del calendario. El temible recorrido de Oakmont Country Club no era obstáculo, no obstante, para creer en una gesta de Sergio García, Rafael Cabrera-Bello o Jon Rahm, que celebra su última competición con estatus de amateur.
Sergio García ha acudido con la moral por las nubes tras su última victoria en el AT&T Byron Nelson –la novena en Estados Unidos-. Del mismo modo, Rafael Cabrera-Bello, toda la temporada en un pico de forma excelente que le ha acercado a los Juegos Olímpicos, venía llamado a vivir una bonita semana entre los mejores del mundo.
Y qué decir de Jon Rahm, recientemente galardonado por segunda vez con el Ben Hogan Award que le designa como mejor golfista universitario del año en Estados Unidos. Después de la cita de Oakmont se despedirá del golf amateur como número uno del mundo. Su crecimiento en los últimos años ha agotado los adjetivos favorables.
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