Icher, intrusa entre una constelación de españolas en el Caja Duero Open de España
Se disputó en el Campo de Golf de Salamanca, 27 al 30 de mayo
Realizó un habilidoso ejercicio de intrusismo justo en el momento más inoportuno, impidiendo con ello que la franca sonrisa de Raquel Carriedo se exhibiera con toda su intensidad. Karine Icher, una joven jugadora francesa de 23 años que anteriormente había cosechado dos victorias en el Circuito Europeo Femenino, se impuso en el Caja Duero Open de España disputado en Salamanca gracias a una última jornada espectacular.
La gesta de la representante gala incluyó ‘birdies’ y ‘bogeys’ en la proporción justa para desbancar a Raquel Carriedo de un primer puesto que acarició repetidas veces con la mano durante los últimos 18 hoyos. La jugadora zaragozana, finalmente a un sólo golpe de la campeona, ejerció de punta de lanza de toda una brillante constelación de estrellas españolas.
Color español
Y es que, al margen del triunfo de Icher, el Caja Duero Open de España se caracterizó por el maravilloso y repetido protagonismo de un nutrido grupo de jugadoras de nuestro país que tiñeron de color español la competición por los cuatro costados. La contemplación de la pizarra de resultados durante el transcurso de los cuatro días de competición generaba placenteras sensaciones dada la extraordinaria concentración de españolas entre los primeros puestos.
El hecho de actuar en su propio país, el apoyo del público, el esfuerzo patrocinador de Caja Duero..., numerosos condicionantes se aunaron al tiempo para que la evidente calidad de las españolas saliese a relucir por todos sus poros. Incluso las jugadoras amateurs presentes en este Open de España Femenino, con ánimo de continuidad en años sucesivos, se vieron imbuidas en esa mágica dinámica de aciertos que también a ellas catapultó hasta las primeras posiciones de la clasificación, aparentemente ajenas a la categoría del resto de profesionales extranjeras.
En este apartado concreto, la canaria Emma Cabrera y la donostiarra Tania Elósegui se llevaron la palma. Ambas, aún con el estatus de ‘aficionadas’ a la espalda, presentaron una durísima batalla desde el principio, hasta el punto de que la joven canaria, de apenas 16 años, osó liderar la competición junto a Carriedo e Icher –representantes significativas de la ‘cream’ de la ‘cream’ europea– al término de la segunda jornada.
Luego, tanto para ella como para Tania Elósegui, llegaría el punto de inflexión lógico de una dinámica al borde de la perfección, si bien ambas, de la mano, acabaron en una brillantísima undécima plaza que pone de manifiesto una calidad que también destilan la vallisoletana Carmen Alonso, la madrileña Lucía Mar, la sevillana Marta Prieto, amateurs españolas con todo el futuro del mundo.
Emocionante final
No obstante, promesas al margen, el profesionalismo acabó imponiéndose en este emocionante Caja Duero Open de España. Jugadoras de la talla de Paula Martí, Marina Arruti, Sara Beautell... ofrecieron lo mejor de su repertorio en un torneo que, a falta de 18 hoyos, quedó reservado en la práctica al trío formado por Karine Icher, Raquel Carriedo y la neozelandesa Lynnette Brooky. Esta última, convertida en manojo de nervios, se descolgó por sí misma de la lucha por el título, circunstancia que aprovechó Paula Martí para auparse hasta la tercera plaza.
El desenlace, pues, fue un mano a mano de intensidad creciente merced a la combinación de fallos de Icher (partía con dos golpes de ventaja dilapidados con dos ‘bogeys’ en el 3 y en el 7) y los aciertos de Carriedo (‘birdies’ en el 1, 2 y 9). No obstante, el ecuador del recorrido ejerció de montaña rusa para la aragonesa. Sus 3 golpes de ventaja se esfumaron como consecuencia de una curiosa transmutación de papeles que transformó los hoyos para Icher en una canasta de baloncesto (‘birdies’ en el 11, 13 y 17) y a Carriedo en un minúsculo ‘gua’ (‘bogeys’ en el 13 y 14), el único pero posible a este Open de tan brillante protagonismo español.
