Hoy, tras más de un mes luchando con toda su garra y todas sus fuerzas, nos ha dejado nuestro gran amigo y querido maestro Luis Álvarez de las Asturias Bohorques.
No guardo ningún recuerdo en mi memoria de la Federación Española de Golf en el que Luis no estuviera presente. Siempre con enorme discreción, con un conocimiento del deporte del golf inigualable, de sus reglas, de sus estatutos, de su funcionamiento, como no creo que haya habido, ni habrá, en la historia del golf en nuestro país.
Era el diccionario andante de la Federación, todo lo sabía, todo lo conocía. Era a la persona que, por supuesto yo y todos los demás, recurríamos para consultar dudas y nos daba una respuesta clara, contundente, concisa y desde luego rara vez se confundía.
Me gustaría resaltar su integridad, su lealtad y su cariño hacia todo el personal de la Federación, al que siempre trató con delicadeza, y por el que siempre veló.
Cuántos momentos compartidos con él a lo largo de mis años en la Federación, y especialmente en estos últimos once que llevo en la Presidencia, donde él ha sido mi apoyo y fiel amigo en todo momento. Cuántas cosas me ha enseñado y qué maravilloso ejemplo nos ha dejado a todos.
Hoy nos ha dejado una grandísima persona, de la que podríamos resaltar su enorme categoría humana, su transparencia, su integridad, su lealtad, su respeto, su señorío y su total carencia de ego.
Conversar con él era siempre un privilegio, porque siempre decía lo que pensaba, le gustaba la verdad, porque sólo hablaba cuando lo que iba a decir era mejor que el silencio y porque tenía miles de experiencias y tenía la virtud de contarlas de forma divertida y con un sentido del humor muy fino y al mismo tiempo mordaz.
Se emocionaba al hablar de su familia y sus nietos eran su perdición. Disfrutaba con cada partido de golf, y no le gustaba perder, con cada reunión, con cada viaje y con cada comida, y por supuesto con su Puerta Hierro y Zarauz. Y cómo no, con su Real Madrid del alma.
Querido Luis, nos dejas un vacío enorme, una huella imborrable y nuestra vuelta a la Federación será mucho más difícil. Ahora te habrás encontrado con nuestra querida Emma en el cielo, con quien hiciste un tándem extraordinario que cambió el deporte del golf en España.
Descansa en Paz querido Luis, nunca te olvidaremos.
Gonzaga Escauriaza
Presidente de la RFEG