Han pasado ya poco más de diez días desde que concluyó el Open de España 2018 en el Centro Nacional, un torneo que convirtió al golf en deporte de atención preferente por parte de los medios de comunicación durante cuatro jornadas tremendamente apasionantes.
Transcurrido este periodo de tiempo prudencial, reposados los comentarios generados por los miles y miles de personas que lo presenciaron in situ o lo vieron por televisión, llega el momento del agradecimiento.
La participación de la práctica totalidad de los golfistas españoles que animan semana tras semana los distintos torneos del PGA Tour y del European Tour merced a sus sensacionales resultados, confirieron al Open de España de un color especial. Mención especial para Rafa Cabrera y Jon Rahm, que vinieron directamente del Masters de Augusta.
A ello hay que unir un desarrollo deportivo emocionante, con los españoles en las posiciones de cabeza desde el primer momento antes de protagonizar una jornada final para el recuerdo, con mención especial para Jon Rahm, Nacho Elvira y Jorge Campillo, primero, tercero y quinto clasificados.
Lo más importante, sin embargo, se produjo por fuera de las cuerdas que delimitaban la zona de juego del Centro Nacional de Golf. Miles de personas –finalmente 47.218– convirtieron el Open de España en un auténtico espectáculo, con mención especial para su comportamiento, animando, alentando y apoyando de forma continua la actuación tanto de los jugadores españoles como de los extranjeros.
Esa actitud, esa disposición deportiva, fue un ejemplo para todos, dotando de un color especial y emotivo a una competición que ha pasado a los anales de la historia de este deporte.
Por ello, reposadas las vivencias experimentadas, es momento de dar las gracias a todos y cada uno de los federados y aficionados al golf por su decisiva contribución a que el Open de España 2018 se convirtiera en un espectáculo del máximo nivel.
Gonzaga Escauriaza
Presidente de la RFEG