Un Juan Quirós excelso, tocado con la varita mágica del acierto que le ha llevado a presentar una tarjeta de 61 golpes (7 bajo par) en la segunda jornada, pone al entrañable golfista gaditano a las puertas de rememorar las glorias saboreadas en 2009, cuando se proclamó campeón de España de Profesionales Senior.
Aquel entonces en Talayuela, esta vez en el campo murciano de La Torre, Juan Quirós acaricia un título sumamente codiciado incluso para alguien que, como él, está acostumbrado a levantar trofeos de campeón, sin ir más lejos esta temporada en el Cannes Mougins Masters del Circuito Europeo.
Hace ahora dos años Juan Quirós colmó sus ansias de victoria en este Campeonato de España de Profesionales Senior tras tres años consecutivos de triunfos del malagueño Emilio Rodríguez, persistente tapón del jugador de Guadiaro en su camino hacia una gesta que, ahora de nuevo, abraza con enorme fuerza.
Juan Quirós cinceló una ronda magistral a base de continuos birdies, el primero nada más empezar, en el primer hoyo, apenas un simple aperitivo de lo que vendría después. Nuevo acierto en el hoyo 4 y, de una tacada, otros tres entre el 6 y 8.
Traspasado el ecuador del recorrido de La Torre, Juan Quirós ya había desbancado de la primera plaza al madrileño José Dávila, primer líder y vigente campeón, que como todos sus rivales asistía como espectador de lujo a la magistral exhibición del gaditano.
Lejos de echar el freno de mano y asegurar el resultado, Juan Quirós siguió atacando al campo con gran perseverancia y acierto para acabar la jornada sin fallos y, como no podía ser de otra forma, con otros dos birdies en el zurrón, uno de ellos en el último hoyo que le elevan un poco más, por si fuera poco, su vertiginosa moral.
Por detrás, a cinco golpes, Domingo Hospital, el único que, junto a Manuel Piñero, rebajó el par del campo en esta segunda jornada, una gesta que llevó al golfista barcelonés a la segunda plaza por delante de José Dávila, ya a 7 golpes. Y, sí, un pasito más atrás golfistas del renombre de José María Cañizares o Manuel Álvarez, presión en que en otras ocasiones sería enorme pero que en esta ocasión, por mor de la excelente actuación de Juan Quirós, se convierte en simplemente tímida a falta de una jornada en la que, en cualquier caso, el gaditano tiene que acabar de poner el cascabel al gato.