Federico Ramos de Armas, director general de Medioambiente de la Comunidad de Madrid, manifestó que “esperamos que los campos de golf de la Comunidad de Madrid se conviertan en colaboradores en la conservación del medioambiente y en la difusión y promoción de la necesidad de esa conservación” en la clausura de las II Ponencias sobre Golf y Medioambiente celebradas en el Real Club De Golf La Herrería bajo el título “Aspectos políticos, legislativos y técnicos en la gestión del agua”. El propio club y la Comunidad de Madrid fueron los organizadores del evento.
Federico Ramos de Armas incidió en el valor especial de los campos de golf en la Comunidad de Madrid –una comunidad que tiene más de la mitad de su territorio protegido medioambientalmente– por varias razones: por un lado, porque pueden convertirse en una transición entre los núcleos urbanos y esas zonas protegidas, colaborando en la organización del territorio.
Por otro, porque muchas de las actividades económicas tradicionales, como la agricultura y la ganadería están retrocediendo claramente y “el golf puede ser un sustituto rentable en este cambio de usos, ayudando, además, a evitar la degradación de los espacios que esas actividades han dejado libres”.
Por fin, recalcó que “un uso eficiente de los recursos naturales convierte a los campos de golf en verdaderas reservas de biodiversidad”, con sus humedales, sus bosques o sus espacios verdes.
El discurso del director general de Medioambiente ponía el colofón a una jornada en la que otros tres conferenciantes ofrecieron datos, ideas y propuestas para la reflexión a una audiencia de casi un centenar de personas relacionadas con el mundo del golf.
Una gestión eficiente del agua
José María Macías Márquez, ex presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo, Gregorio Arias Sánchez, subdirector de Gestión Ambiental del Canal de Isabel II y Luis Cabrera Cazorla, director del Área de Infraestructuras Hidráulicas del Grupo Typsa.
Todos ellos insistieron en la necesidad de que los clubes de golf realicen una gestión eficaz del agua y ofrecieron las pautas para la utilización de aguas recicladas en el riego de los campos (22 campos de Madrid están adheridos al Plan de Reutilización de Agua del Canal de Isabel II y 14 más están en periodo de solicitud de adhesión).
Gregorio Arias expuso los datos principales del plan Madrid Dpura, un plan que se puso en marcha en 2005 y gracias al cual el Canal de Isabel II gestiona ya “145 depuradoras y ocho pertenecientes al Ayuntamiento de Madrid. Además se han construido y están operativos, diez tratamientos terciarios con una capacidad de 90.000 metros cúbicos al día, y 13 más en construcción, más otros siete previstos hasta llegar en los próximos años a un total de 30. Con ello tratamos de liberar una parte de la carga del consumo de agua”.
José María Macías explicó los aspectos legales que rigen la gestión del agua y explicó que en España nos encontramos ante nuevos e importantes retos como la modernización del regadío, la renovación de l red de abastecimientos y el incremento de la reutilización del agua, aunque, apuntó, “en este sentido tampoco son buenos los fundamentalismos: el agua reutilizada no es adecuada siempre y para todo”.
En cuanto al uso del agua por parte de los campos de golf, Macías quiso enfocar el problema en sus dimensiones reales, huyendo, dijo “de cualquier demagogia” y, para ello ofreció algunas cifras: “El 75% de todos los recursos hídricos en España se los llevan los 3,5 millones de hectáreas de regadío. Pues bien, la superficie que supone el golf dentro ellas es ridícula: unas 6.125 hectáreas. “Pero, además, en muchos casos, la superficie de regadío de los campos de golf genera muchos más empleos, más PIB, más turismo...
Eso sí, apeló a los clubes de golf a lograr la mayor eficiencia posible a cada litro de agua utilizado: “sembrando especies que requieran menos riego, diseñando un sistema de riego sostenible, utilizando fertirrigación, xerojardinería, sistemas automáticos”, etcétera.
Por fin, Luis Cabrera Cazorla, en una conferencia muy técnica sobre los tratamientos del agua depurada para convertirla en apta para el riego, aportó algunas ideas muy novedosas. Habló, por ejemplo, de la posibilidad de utilizar la biomasa procedente del propio campo de golf o, incluso, la procedente de la depuración de algunas aguas, en la producción de energía eléctrica, que sirva para abastecer al campo.
Aportó además datos sobre las posibilidades de los campos de golf como sumideros de CO2: “Un campo de golf bien gestionado, planteado sobre criterios de sostenibilidad, puede absorber más de quinientas mil toneladas de CO2 en un año, contribuyendo a evitar el efecto invernadero y el cambio climático”.
Las conferencias impartidas forman parte de un ciclo de ponencias organizadas por la Comunidad de Madrid y el Real Club de Golf La Herrería (San Lorenzo de El Escorial, Madrid), con la colaboración de la Fundación FIDA, la Fundación Arpegio, la empresa Tecnoma (Grupo Typsa) y la Fundación ClubManagerSpain con el fin de dotar a los agentes implicados en el sector del golf de las herramientas necesarias para gestionar los campos de golf de forma sostenible y para potenciar su papel como espacios generadores de biodiversidad.