Regeneración 23: La Escuela Nacional Blume se renueva ante un curso apasionante

.Tanto la Blume de Madrid como la de León afrontan el nuevo curso con una importante renovación: once caras nuevas en total.

.”Sabemos que la Blume te da unos valores de disciplina y orden, te hace crecer en todos los sentidos” indica Kostka Horno.

Cada mes de septiembre, la Escuela Nacional Blume abre las puertas de sus sedes de Madrid y León para acoger las ilusiones de los jóvenes golfistas que quieren progresar en su formación junto a técnicos de alto nivel y en instalaciones absolutamente Top. Es una oportunidad que asumen con unas ganas y una ilusión desbordantes, que es lo que se les pide. El resto, los resultados, ya llegarán. De momento, trabajo, trabajo y trabajo… Y ganas de pasarlo bien, que es el otro ingrediente obligatorio para que todo salga bien.

Madrid se renueva con ocho jugadores nuevos

Empecemos analizando los cambios que se han producido en la Blume madrileña, ‘la de siempre’. A las órdenes del profesor Salva Luna, toda una institución en la enseñanza de golf en nuestro país, continúan cuatro jugadores que ya aprovecharon el curso 21/22 para dar un impulso a su formación como golfistas: José Manuel Berenguel, Luis de Miñón, Martina López-Lanchares y Violeta Fernández-Tagle. Estos cuatro veteranos ejercen de guía para los nuevos ‘fichajes’: Curro Martínez, José Antonio Sintes, Álvaro Gómez de Linares, Kostka Horno, Rocío Tejedo, Balma Dávalos, Alba González y Cloe Amión.

En esta terna de jugadores hay nombres que figuran en el palmarés de competiciones de relevancia. Hablamos de que sólo en 2022 Rocío Tejedo ha ganado la Copa de Andalucía, José Antonio Sintes hizo lo propio en el Puntuable Nacional Cadete de Amarilla Golf (Tenerife) o que Alba González se anotó el triunfo en el Grand Prix de Landes. En definitiva, excelentes credenciales que ahora deben confirmar a base de trabajo, ilusión y compromiso en las perfectas instalaciones que aporta el Centro Nacional de Golf, con el Centro de Excelencia a la cabeza.

La escuela madrileña ha dicho adiós este curso a Pablo Pérez, Julia Sánchez, Natalia Fiel, Ángel Ayora y Paula Balanzategui, chicos y chicas que han dejado huella en sus compañeros y que ahora continúan con su formación algunos en Estados Unidos y otros en nuestro país. ¡Suerte!

Tres caras nuevas en León

En la sede de León también se ha producido una renovación parcial: se han despedido este curso Ángel Soria, Ángel Pérez, José María Rozas y Rebeca Fernández, que han dejado paso a Santiago Juesas, Miguel Mora y Alberto Baños, que acredita un triunfo en el Puntuable Nacional Juvenil de 2021. David Dávila, Sara Moreno y María Bastarrica, por su parte, cumplen su segundo año con la misión de hacer que los nuevos se sientan como en casa.

En esta sede de León, que esta temporada cumple nueve años, se ha conseguido crear un marco idóneo para continuar en el crecimiento de los chavales seleccionados, que reciben formación deportiva en las instalaciones del Centro de Alto Rendimiento de León y del Club de Golf de León -que además de un buen campo aporta una cancha de prácticas y un putting green de grandes dimensiones-, y académica en el Colegio Leonés, un centro con más de cien años de historia.

Cabe reseñar que el citado Centro de Alto Rendimiento permite realizar trabajo bajo techo en jornadas de climatología adversa, algo que se agradece en los meses de invierno. Y también en su caso tienen los avances tecnológicos del Centro de Excelencia del Golf a su entera disposición.

Un gran equipo al servicio del jugador

Un año más, Salva Luna, es el encargado de dirigir las Escuelas Nacionales Blume. Lo hace desde su condición de eminencia de la enseñanza del golf en España; no en vano las PGA’s de Europa le galardonaron con el premio The John Jacobs Award for Teaching y Coaching en 2014, un título que le reconoció como mejor entrenador de golf en el continente.

Salva es el encargado de trazar las líneas estratégicas en las que se mueve todo en Madrid y en León. Kiko Luna, Álvaro Salto, Jorge García y Alberto Díaz son los responsables técnicos que trabajan, conjuntamente con Salva, en el día a día de los jugadores. La coordinación más allá del verde corre a cargo de Laura Moreno en Madrid y de Miriam Guerra en León. Gracias a ellos los chicos y chicas pueden afrontar con garantías las exigentes, pero apasionantes, agendas de estudio y deporte que predominan en la Escuela.

En ambas sedes, la parcela psicológica corresponde a profesionales de dilatada trayectoria como Óscar del Río y José Lombo; y Paco Fernández y Álvaro Gil son los encargados de facilitar a los alumnos las herramientas necesarias para que alcancen un óptimo nivel físico. La coordinación general recae en la figura de Ignacio Gervás, Director Deportivo de la RFEG.

Jornadas largas, pero estimulantes

En total son once golfistas los que inician este curso su andadura en la Escuela Nacional, ya sea en Madrid o en León ¿Qué puede esperar un golfista de apenas quince años de esta nueva etapa? Preguntamos a una cara nueva pero al tiempo reconocible, Rocío Tejedo. “Espero mejorar como jugadora y como persona, porque esto te acaba de formar, y te ayuda a ser más independiente antes de irte a Estados Unidos, si es que este es uno de tus objetivos”, explica.

A la castellonense tampoco había mucho que contarle antes de aterrizar; su hermana Carla ya estuvo en la escuela de Madrid, donde dejó un bonito recuerdo. Más referencias pidió Kostka Horno, otro de los novatos. “Yo tenía algunos amigos aquí que ya me contaron cómo es esto. Me lo pintaron muy bien, pero luego hay que venir y hay que trabajar. Los días son largos, pero aprendes un montón. A mí es una rutina que me encanta, me estimula”, dice el expresivo jugador andaluz.

Tras las primeras semanas en Madrid, ambos han ido empapándose de la esencia de la escuela y de lo que supone estar en un centro de alto rendimiento rodeado de los mejores deportistas jóvenes de nuestro país. “Estar en la Blume mola porque te ayuda a socializar con gente que se está esforzando en conseguir objetivos parecidos. Te anima mucho a seguir adelante”, cuenta Rocío.

Kostka va más allá: “Sabemos que la Blume te da unos valores de disciplina y orden, te hace crecer en todos los sentidos, y eso hace que uno tenga más ganas de venir y empezar a trabajar”.

“Antes entrenaba mucho, pero sola”

Uno de los cambios que más agradecen los chicos y chicas es pasar a entrenar en grupo con más chicos de su edad con sus mismos intereses. “Yo entrenaba mucho, pero sola. Ahora tengo un plan de trabajo que comparto con mis compañeros, con ayuda específica en las distintas áreas”, indica Rocío Tejedo. “Se nota mucho el cambio de entrenar aquí. Entrenaba mucho antes, pero aquí hago entrenos de mayor calidad porque las instalaciones son las mejores y tienes todo muy bien planificado”, cuenta Kostka Horno, que al igual que su compañera no deja de valorar la excelente labor realizada en sus clubes de procedencia. La Blume viene a reforzar ese trabajo bien hecho todos estos años.

Y con esa mentalidad, de seguir progresando y creciendo en todos los aspectos, es con la que los chicos y chicas de las Escuelas de Madrid y León afrontan uno de los cursos más importante de sus vidas. ¡A trabajar y a disfrutar!