La trayectoria del conjunto español estuvo condicionada por su ausencia in extremis de los cuartos de final. Empatados con Inglaterra y Dinamarca en la séptima plaza al término de la primera fase, España fue relegada al noveno puesto en aplicación del reglamento, que toma en cuenta la tarjeta descartada dentro de cada equipo para deshacer los empates.
Con la novena plaza en mente como mejor clasificación posible a partir de ese momento, una derrota ante Suiza en la primera de las eliminatorias condujo a España a enfrentarse con posterioridad a Bélgica y finalmente Gales, una victoria sencilla y otra más complicada que dan como resultado el decimotercer puesto conseguido finalmente.
A pesar de que el duelo por parejas se inició primero, fue éste el que concluyó más tarde que cualquiera de los partidos individuales, convirtiéndose su desenlace en decisivo toda vez que en ese momento cumbre el marcador parcial señalaba empate a 2. Los dos jugadores ilerdenses contribuyeron en este apartado con sus importantes puntos, Emilio Cuartero de manera muy sencilla –triunfo por 6/5 ante Rodri Harsto– y Carlos Pigem de forma más complicada, ya que su choque ante Ben Enoch se desequilibró definitivamente en el último hoyo.
Carles Pérez y Borja Virto alargaron igualmente sus partidos hasta el último hoyo, si bien en su caso el resultado fue negativo ante los aciertos respectivos de Chris Nugent y Llion Lyod, un empate a 2 puntos momentáneo que dejaba todo a expensas del resultado del encuentro por parejas.
Manuel Gil y Saúl Menéndez, que cedían por 3 hoyos en el 9, reaccionaron con brío en la segunda parte del recorrido, forzando un desempate que se dilató hasta el hoyo 25, momento en el que Rhys Pugh y Mathew Moseley acabaron cediendo.
FINAL Suecia, 4.5 - Noruega, 2.5
PUESTOS 13 Y 14 ESPAÑA, 3 - Gales, 2