Gabriel Cañizares, a dos golpes de la cabeza en el Open de Andalucía by Turkish Airlines

Gabriel Cañizares ha jugado hoy como nadie en el Parador Málaga Golf. Al menos, eso dice tu tarjeta, la mejor del torneo con 64 golpes (-6), con la que se ha puesto a dos golpes de la cabeza del Open de Andalucía by Turkish Airlines, donde empatan el sueco Rikard Karlberg, el holandés Maarten Lafeber y el danés Jeppe Huldahl con -8.

Cañizares ya protagonizó un magnífico torneo el año pasado en el que salió el domingo a dos golpes del líder y a la postre campeón, Louis Oosthuizen. Entonces jugó con una invitación y a punto estuvo de dar la campanada. Este año se ha ganado la plaza por el ranking nacional y viene con la lección aprendida y la extraordinaria motivación de su reciente paternidad.

A un golpe del líder se encuentran el japonés Tutsuji Hiratsuka, Jamie Elson y el ganador del Open Británico de 1999, Paul Lawrie, con -7.

Otros españoles bien situados para el fin de semana son Álvaro Quirós, que ha protagonizado una gran remontada con 65 golpes para -4, y Álvaro Velasco, José Manuel Lara y Álvaro Salto con -3. Junto a ellos, han pasado el corte Carlos Suneson, Pablo Larrazábal y Pablo Martín con 138 golpes (-2) y Carlos del Moral y Rafa Cabrera-Bello con 139 (-1).

El corte ha quedado establecido en -1, lo que ha dejado fuera del torneo a su anfitrión Miguel Ángel Jiménez (+5) o José María Olazábal (+1), “un palo”, como lo ha definido el vasco. También se han quedado fuera Manuel Quirós, Raúl Quirós, Alejandro Cañizares, Jorge Campillo, Santi Luna, Alfredo García Heredia, Carlos Rodiles, Pedro Oriol, Nacho Garrido y Juan Antonio Bragulat. Borja Etchart se ha retirado por una lesión en el cuello.

Gabriel Cañizares

70 + 64, 134 golpes (-6): “El año pasado también hice 64 el viernes, sólo que había comenzado con uno bajo y ayer hice el par. Salí en el último partido el domingo, soñé que ganaba, hasta tenía preparado el discurso y al final no salió. Aprendí que hay que saber controlar la presión en cada momento.

Este año lo único que ha cambiado es que soy padre, hace un mes y medio nació mi primera hija, Antía, y estamos felices. Ahora, cuando fallo un putt pienso, “mi pobre niña, qué de patatas va a comer” y si lo meto me digo “qué bien, ojalá pueda pagarle una buena educación”.

Hoy he jugado muy bien, he salvado pares de aúpa metiendo putts muy buenos. Ha sido un día de esos en los que te sale todo.

En el hoyo 2 he metido un putt de cuatro metros para birdie, y en el 6 de cinco metros. En el 12 me he dejado un putt muy corto con el approach y en el 13, la he metido desde cinco metros.

En el 14 he pegado un hierro seis de tercer golpe y he metido el putt de un metro. En el 17 la he dejado casi dada y en el 18 tenía un putt de 3 metros cuesta abajo muy complicado que he metido para salvar el par”.

Álvaro Quirós, 71 + 65, 136 (-4): “He tenido mucha suerte. Los nueve primeros (salí por el 10) han sido una montaña rusa con muchos errores. Por los segundos, en el 1 la he dejado dada para birdie, en el dos la bola pegó en los árboles con la madera tres pero después di un segundo golpe muy bueno y metí el putt de 12 metros para birdie.

En el 3 pegué un hierro 3 muy malo, después un 58 y emboqué el putt de dos metros para el tercer birdie seguido. Luego hice otros dos. En el 5 la dejé dada y en el 8 hice un buen chip y la bola encontró el hoyo.

El resultado es positivo porque después de los nueve primeros estaba fuera del corte, lo malo es que soy consciente de que no he jugado bien, sé que he tenido suerte.

Desde el Match Play alterno golpes buenos y malos sin saber por qué pero hay que luchar hasta que termine esta racha. Chema Olazábal me dio un consejo para esta situación: “cuando las cosas se ponen así, hay que abrir el paraguas hasta que escampe”.