. Torneo impulsado por la Fundación Trinidad Alfonso y por el Comité Olímpico Español a través del programa PAC-CV
España, como en tantas otras ocasiones, ha apelado a la épica para superar una situación extrema y mantener su sueño de ganar una medalla en el Campeonato de Europa Senior Femenino por Equipos que se celebra en el Parador El Saler.
Las españolas, al borde del abismo por segunda vez en lo que va de torneo, han superado en cuartos de final a Alemania, vigente campeona, por 3 a 2, un resultado estrecho que sin embargo no refleja la inmensa capacidad de garra, resistencia y resolución de un equipo que no se dio en ningún momento por vencido.
Superado el obstáculo, el resultado final no deja de ser un registro numérico frío desprovisto del alma que todas y cada una de las integrantes del equipo español han puesto para superar a su temible rival.
No en vano, durante la práctica totalidad de la eliminatoria planeó la derrota de las españolas, incapaces de encontrar la fórmula para doblegar a un rival que se mostró correoso desde el primer minuto pero que no tuvo en cuenta que la inclasificable capacidad de reacción de los españoles en todos los ámbitos obra milagros.
Puestos en faena, españolas y germanas protagonizaron un duelo de extremos, con enfrentamientos desequilibrados de manera acusada de uno u otro lado, la mayoría decantados de forma progresiva del lado teutón durante mucho tiempo.
Abrió camino la pareja integrada por Macarena Campomanes y María Castillo, que controlaron el empuje de Susanne Lichtenberg y Alexandra Kolker desde el inicio. El duelo, bastante equilibrado, registraba empate en el ecuador del recorrido antes de que las españolas, muy bien compenetradas, sumasen talentos para arañar valiosos puntos a su paso por los hoyos 12 y 15 para acabar concretando su victoria parcial en el hoyo 18.
Justo por detrás Natalia Martínez-Reboredo ofrecía magisterio golfístico ante Stephanie Kiefer. La gallega, la más destacada de las españolas en la jornada previa, alargó su excelente momento de juego distanciándose de manera abrupta de su rival desde el primer hoyo. Dos de ventaja en el 9 y cuatro en el 12 ponían de manifiesto el desequilibrio de un enfrentamiento que concluyó con un concluyente 4/3.
No obstante, la situación, lejos de idílica, a falta solo de un punto para acceder a semifinales, se transformaba poco a poco en desesperada por el desarrollo de los otros tres choques, donde las alemanas imponían su ley de manera despiadada. Soledad Fernández de Araoz, Mónica Jessen y María de Orueta lucharon sin descanso por revertir una situación crecientemente complicada, con desventajas cada vez mayores que convertían el acceso a semifinales en una inquietante quimera.
Dos de los desenlaces negativos se sucedieron en poco tiempo. Primero cedió Soledad Fernández de Araoz por 6/4. Un poco más tarde, Mónica Jessen por 3/1, mientras que María de Orueta contenía como podía a Britta Schneider, poseedora de una ventaja de 4 hoyos en el 9 que parecería determinante.
La alemana, sin embargo, no contaba con la capacidad de lucha y resistencia de una jugadora que ha conseguido numerosos títulos a lo largo de su trayectoria deportiva. María de Orueta, paso a paso, hoyo a hoyo, fue limando la diferencia hasta igualar en el hoyo 18 y forzar un playoff de desempate donde se completó el desmoronamiento, bola golpeada al árbol incluida, de la golfista alemana.
La reacción estaba completada, el 3 a 2 a favor de España subía al marcador, las españolas, una piña en el campo, accedían a semifinales, donde espera Bélgica, otro peldaño a superar para seguir soñando con el oro. Aunque sea apelando de nuevo a la intensa, espectacular y carismática épica española.