. Talor Gooch, con dos triunfos esta temporada en el LIV Golf, y Brooks Koepka, a la expectativa con uno y tres golpes más
. El barcelonés David Puig, sexto con -2, y Sergio García, noveno con -1, se mantienen dentro del Top 10
Volvió a sonar la música durante los largos pero amenos prolegómenos; los speakers anunciaron otra vez con vehemencia la cuenta atrás del comienzo del torneo; los jugadores se trasladaron en furgonetas a sus respectivos hoyos de salida y volvió a estallar un gran petardo para anunciar el inicio de la segunda jornada del LIV Golf Andalucía en el Real Club Valderrama, todo ello rodeado de un ambiente comparable a las mejores fiestas.
Los muchos espectadores volvieron a sentirse copartícipes del espectáculo, pero lo significativo, lo verdaderamente significativo, se representó entre las cuerdas del célebre recorrido gaditano. El envoltorio, efectivamente, es emotivo e intenso, pero lo verdaderamente importante es que el contenido responde a las expectativas de todos los aficionados. Y el contenido, en esta segunda jornada de competición, tuvo sobre todo dos nombres propios: Talor Gooch y Bryson DeChambeau, por ese orden cronológico.
El primero de ellos, con un bagaje deportivo relativamente discreto para lo que se estila en el LIV Golf, con resultados poco reseñables antes de incorporarse al circuito saudí, le va como un guante este sistema de competición y todo lo que le rodea.
No en vano, Talor Gooch pasa por ser el mejor jugador del ranking en la presente temporada, cimentada esa valiosa condición mediante dos triunfos, además consecutivos, en las pruebas celebradas en Adelaida y Singapur, algo nunca visto hasta ahora por aquello de la tierna historia del LIV Golf.
En esta segunda jornada acaparó protagonismo casi desde el inicio, con tres sucesiones de birdies acumuladas en paquetes de tres, dos y otros tres consecutivos que le llevaron al cimentar un sólido liderato.
El norteamericano se las prometía muy felices, con Bryson DeChambeau y sus espectaculares golpes con el driver al acecho. El ganador del US Open de 2020 se mantuvo a la expectativa toda la jornada, construyendo una tarjeta donde no tuvieron cabida los bogeys y donde, eso también, los birdies la poblaban de manera creciente.
Lo mejor, sin embargo, estaba por llegar, en su último hoyo, el mítico 17 del Real Club Valderrama, con ese lago que tantos naufragios ha generado a lo largo de la historia entre los golfistas más grandes.
En esta ocasión, DeChambeau, inmenso, lo resolvió mediante un espectacular eagle que le sirvió para acceder en solitario al liderato (8 bajo par en esta ronda) y recibir una ovación de tan altos decibelios como la música que ameniza los prolegómenos de cualquier cita del LIV Golf.
Brooks Koepka, a la expectativa con tres golpes más, reclama también su papel de aspirante al triunfo, lo mismo que Dustin Johnson, ya algo más atrás, a cinco golpes del líder, lo que se antoja diferencia muy amplia cuando ya solo quedan 18 hoyos para la conclusión
Entre los españoles, aplausos merecidos para el barcelonés David Puig, sexto con -2, que hace apenas un par de años se distinguía como buen amateur. Su desparpajo, plasmado en una sensacional vuelta de 5 bajo par, la cuarta mejor de todos los participantes, le ha llevado tres puestos más adelante que Sergio García, emplazado, noveno, dentro del Top 10. Por último, Eugenio López Chacarra ocupa el puesto 32 con +3.