Finalizado el hoyo 11, la española Andrea Vilarasau acababa de conseguir empatar el partido. En el hoyo 12, la italiana se encontraba de tres en green a metro y medio de la bandera, en cuesta abajo. Andrea se encontraba en green de dos golpes, pero con un largo putt de birdie.La italiana preguntó a la jugadora española si quería que le atendiese la bandera, a lo que la española le contestó que la quitase. Víctimas de los problemas del idioma, Laura entendió que la española le había concedido el putt, por lo que procedió a levantar la marca que marcaba la posición de su bola. Cuando Andrea se dio cuenta, explicó a la jugadora italiana que ella no había concedido el putt, pero no hizo ademán de llamar al árbitro. Tras un breve intercambio de palabras, Andrea se dispuso a patear su largo putt de birdie, que dejó también a metro y medio. Laura, que tuvo la oportunidad de zanjar la polémica concediendo el putt de Andrea, manteniendo así el hoyo y el partido empatados, decidió no actuar así e hizo patear a Andrea, quien falló el putt, terminando el hoyo con un cinco. Fue en este momento cuando Andrea llamó a un árbitro y le explicó la situación acaecida con el putt de Laura. En circunstancias normales, el árbitro habría aplicado la
decisión 2-4/3:
2-4/3 Jugador que levanta la bola creyendo erróneamente que le han concedido el siguiente golpeP En un match entre A y B, B hizo un comentario que A interpretó como la concesión de su siguiente golpe, por lo que levantó su bola. Entonces B le dijo que no le había concedido el siguiente golpe. ¿Cuál es la decisión? R Si el comentario de B pudo razonablemente haber llevado a que A pensase que le había concedido el siguiente golpe, en equidad (Regla 1-4), A debería reponer su bola tan cerca como fuera posible de donde reposaba, sin penalidad. En otro caso, A incurriría en un golpe de penalidad por levantar su bola sin marcar su posición (Regla 20-1) y debe reponerla tan cerca como fuera posible de donde reposaba.
Así, conforme a la decisión citada, la tarea del árbitro hubiese consistido en determinar si era razonable que Laura hubiese malinterpretado las manifestaciones de Andrea, entendiendo que le había concedido su siguiente golpe. Si el árbitro hubiese determinado que era razonable, la italiana hubiese repuesto la bola o el marcador de bola sin penalidad, y tendría ese putt para cuatro y ganar el hoyo. En otro caso, el árbitro habría determinado que Laura había incurrido en la penalidad de un golpe por levantar su marcador de bola infringiendo la
Regla 20-1, que exige que el marcador permanezca en su posición hasta que la bola sea repuesta. Así, el putt de Laura hubiese sido para cinco y para empatar el hoyo. Sin embargo, era posible otra interpretación de las Reglas, mucho más desfavorable para los intereses de Andrea, por la que el árbitro se decantó. La
Regla 2-4 dice que, en Match Play, “un jugador puede conceder a su contrario su próximo golpe en cualquier momento, siempre que la bola del contrario esté en reposo. Se considera que el contrario ha embocado con su siguiente golpe y la bola puede ser quitada por cualquiera de los bandos.” Y continúa diciendo que “una concesión no puede ser rehusada ni retirada.” Conforme a ello, el árbitro determinó que las manifestaciones de Andrea que llevaron a Laura a levantar su marca, habían sido, en efecto, una concesión de su siguiente golpe. Quizás el hecho de que, tras el intercambio de palabras entre las jugadoras, Andrea procediese a jugar su bola sin antes llamar al árbitro, pudo ser tenido en cuenta para tomar esta decisión. Por ello, una vez concedido el golpe, el árbitro, en aplicación de la
Regla 2-4 ya citada, determinó que Andrea no podía retirar la concesión, con lo que Laura ganaba el hoyo con cuatro, lo que a la larga le sirvió para ganar la semifinal. Es probable que en una situación así, las Reglas no sirvan para resolver los problemas del idioma, pero estamos seguros de que, a pesar de ello, le servirá de gran ayuda hacer una visita periódica a la
sección de Reglas de la página web.