Rafael Cabrera-Bello ha vuelto a escribir una página gloriosa para el golf español, en esta ocasión gracias a una espectacular victoria en el Open de Escocia celebrado en Dundonald Links, donde el golfista canario, todo garra y corazón, ha protagonizado una actuación de fábula que ha cautivado a todos.

Rafael Cabrera-Bello suma con éste su tercer título en el European Tour tras los conquistados en el Open de Austria en 2009 y en el Dubai Dessert Classic en 2012, un brillante palmarés aderezado previamente con dos triunfos en el Challenge Tour, el Man No Open Challenge en 2006 y el Challenge de Suiza en 2009.

Situado entre los mejores jugadores del mundo a base de destacados continuos resultados, Rafael Cabrera-Bello ha protagonizado en Escocia una actuación portentosa especialmente en las dos últimas jornadas, dotado en esos 36 hoyos finales de una varita mágica que le permitió enmendar con creces dos primeras rondas que, aun siendo buenas (70 y 72 golpes), no se acercaron al calificativo de excelsas de las dos últimas, 69 y, sobre todo, 64 golpes que hablan bien a las claras del sensacional rendimiento del jugador canario en una recta final de torneo absolutamente taquicárdica.

No en vano, Rafael Cabrera-Bello remontó siete posiciones en la jornada final antes de encarar un playoff de desempate a cara o cruz con el inglés Callum Shinkwin.

Imbuido en una dinámica de aciertos sorprendente, que se inició con especial fuerza en la tercera jornada, cuando rubricó 8 birdies, el golfista español dejó para la última ronda lo mejor de su indudable esencia golfística, una vuelta perfecta, sin fallo alguno, adornada otra vez con 8 birdies que le condujeron a velocidad de vértigo a un desempate donde, como no podía ser de otra manera, rubricó uno más para derrotar de manera grandiosa al citado Callum Shinkwin.