La primera ronda de este último grande de 2023, el Open del Royal Liverpool, consiguió romper todas las previsiones. La primera, la del tiempo reinante: todo parecía indicar que las vueltas de la tarde sumarían más birdies, pero no fue así y los líderes tempraneros colocaron el -5 en la tabla y mantuvieron su posición sin que les acechase nadie.
Precisamente en el trío de líderes destacó el amateur sudafricano Christo Lamprecht, con un desparpajo inusual y causando sensación con sus dos metros de estatura. Junto a él, Tommy Fleetwood y el argentino Emiliano Grillo coparon lo más alto de la tabla.
Entre la representación española, con nada menos que 8 jugadores, de nuevo saltó la sorpresa con un Adrián Otaegui inspirado en su segunda participación en el Open, firmando 67 golpes para quedarse en cuarta posición y a solo uno de la cabeza.
El jugador donostiarra no podía disimular un contenido entusiasmo: “me voy contento porque ha sido una vuelta muy buena, con la sensación de haber ido de menos a más, con lo cual me voy con buen sabor de boca y ahora a comer un poco, descansar y otra vez prepararme para mañana, que juego pronto. Sí que he mirado un par de veces la pizarra para ver cómo iba la cosa, pero sin ninguna ansiedad, al final tengo claro cómo había que jugar aquí, cómo había que jugar hoy, y el trabajo que quiero seguir haciendo”.
A los siguientes españoles que nos encontramos en el tablero fueron al veterano Pablo Larrazábal y al debutante en este torneo, Nacho Elvira. Ambos terminaron con +1 en el cómputo global, con un excelente sabor de boca.
En el caso del catalán, tuvo claro que “el día que venga a un Open a pensar solo en pasar el corte, disculpadme pero no me veréis por aquí. Siempre salgo a darlo todo y a hacer mi mejor papel, y en la primera vuelta he remontado con un eagle tras dos bogeys consecutivos… y así es como espero reaccionar en un grande”.
Por parte de Nacho Elvira, se le ha visto disfrutar de su primera vuelta en este Grande pese a que, precisamente, no contaba entre sus favoritos: “Yo siempre he sido auténtico fan del Masters de Augusta, pero ha sido llegar aquí, ver el ambiente y el sabor de este tipo de campos que me ha enamorado”.
El madrileño marchaba en números rojos hasta que en el hoyo 15 se ha enredado al caer en un pot bunker que protegía el green y terminar con doble bogey. Aun así, consiguió acabar con tres pares y +1 en el cómputo global y apenas empañar una ronda para el recuerdo.
Y con +3 nos encontramos a dos protagonistas desde antes de que arrancara el torneo: Jon Rahm, por motivos conocidos, y el amateur Josele Ballester. Este último compartió partido nada menos que con Patrick Reed, quien declaró estar sorprendido del desparpajo de este jugador de Arizona State para resolver situaciones complicadas y encima verle terminar con birdie al 18. “Si mañana meto una marcha más, puedo acabar con un buen resultado”, afirmó el jugador castellonense con la sonrisa en el rostro.
Parece muy tarde para hablar de Jon Rahm en esta crónica, pero es que en la primera jornada no tuvo su día el jugador vizcaíno. En el hoyo 10 embocó un putt de diez metros para birdie que anulaba el bogey hecho en el 7 y llenaba de esperanza a la legión de seguidores que arrastra, pero una segunda vuelta bastante errática dio al traste con la posibilidad de verle en mejor posición, ya que tendrá que luchar por superar el corte si quiere permanecer en Liverpool el fin de semana.
Alejandro Cañizares (+4) también se enredó en la segunda vuelta, pese a que las condiciones climáticas fueron ideales durante todo el día. Quizás unas banderas más complicadas de lo esperado para una ronda inicial le hicieron alternar pares y bogeys y perder pronto la renta de un golpe de los nueve primeros hoyos.
Por último, Adri Arnaus y Jorge Campillo terminaron con un excesivamente abultado resultado de +11. Ambos comenzaron con sendos bogeys la jornada y se les antojó irremontable. El birdie del catalán en el hoyo 11 era insuficiente para restar golpes al campo y Campillo, menos cargado de golpes pero sin ningún birdie en todo el día, se desquició en el 18 y terminó con un triple bogey que le impedirá pasar su primer corte en un Open.
Fuente: Nuria Pombo