No por esperada, ya que padecía una terrible enfermedad, dejó de impactar. El mundo del golf en su conjunto y el deporte en general, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, lloró con sentida emoción el fallecimiento de Severiano Ballesteros, hace ahora diez años, justo cuando se disputaba en el RCG El Prat un Open de España que tanto había conseguido engrandecer.
El golfista español más destacado de todos los tiempos nos dejó en la madrugada del 7 de mayo de 2011 a la edad de 54 años, en su casa de Pedreña, acompañado de su familia, como consecuencia de la enfermedad que le aquejaba desde que le fuera detectado un tumor cerebral en agosto de 2008 tras sufrir un desvanecimiento en el aeropuerto de Barajas.
Operado hasta en cuatro ocasiones antes de comenzar un tratamiento de quimioterapia, Severiano Ballesteros constituyó desde entonces un ejemplo de lucha y superación ante la adversidad.
Con un palmarés brillantísimo en su currículo deportivo, adornado con todos aquellos títulos que todo golfista ansía, tres Open Británicos (1979, 1984 y 1988), dos Masters de Augusta (1980 y 1983) y tres Ryder Cup (1985, 1987 y 1995), además de una de ellas, inolvidable en Valderrama 1997, como capitán, Severiano Ballesteros forjó una leyenda que extralimitó los límite del golf para convertirse en uno de los grandes iconos del deporte español, europeo y mundial.
Severiano Ballesteros participó en un torneo de golf por última vez en España en el Open de España 2005. Posteriormente intentó dar el salto al Circuito Senior Americano, pero abandonó en la primera prueba y nunca más volvió a jugar.
La última ocasión en la que se pudo ver a Severiano Ballesteros fue el 11 de abril de 2011 durante la celebración de un torneo benéfico organizado por su Fundación en la que el cántabro apareció en un vídeo para agradecer su esfuerzo en la lucha contra el cáncer y la investigación en los tumores cerebrales.
Gonzaga Escauriaza: “Se nos va una leyenda. Todos lloramos la pérdida de Severiano Ballesteros”
Gonzaga Escauriaza, Presidente de la RFEG, expresó aquel día sus más sinceras condolencias a familiares y amigos, lamentando profundamente el fallecimiento de Severiano Ballesteros, “el gran icono del golf español, uno de los personajes más grandes del deporte en general tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, una auténtica leyenda que cambió la concepción de nuestro deporte”.
“Severiano Ballesteros ha constituido un ejemplo de genio, determinación y perseverancia a lo largo de toda su vida”, comentó el presidente de la RFEG antes de añadir que “Severiano nos ha enseñado siempre muchas cosas, cuando estaba en su plenitud deportiva a entender el golf de esa manera tan genial y genuina que él tenía, y luego, cuando le tocó afrontar su enfermedad, por ese tesón y templanza que tanto ha aportado a quienes les toca atravesar por esas difíciles circunstancias”.
Gonzaga Escauriaza consideró que “su pérdida nos produce una gran tristeza, un hueco que no será posible rellenar porque Severiano Ballesteros ha sido una persona única e irrepetible. Es nuestro deber valorar como es debido sus hazañas y trasladar a las generaciones futuras su enorme grandeza porque nos ha dejado un legado extraordinario”.
“Severiano Ballesteros se empeñó desde siempre en convertir al golf en un deporte de masas y despojarlo de esa incomprensión que lo rodeaba en la etapa en la que curiosamente él conseguía sus mayores gestas. Hay que reconocer que si ahora estamos donde estamos, que si el golf español es un deporte popular, se debe en gran parte a Severiano Ballesteros”, manifestó el presidente de la RFEG.
“Severiano hizo mucho por el golf español y el europeo, con sus innumerables triunfos internacionales, con su empeño en traer la Ryder Cup a España en 1997 y con su insistencia en compaginar torneos en América y en Europa para relanzar el Circuito Europeo en una época en la que atravesaba muchas dificultades. Todos le debemos mucho”, concluyó Gonzaga Escauriaza.