Dustin Johnson (-20), con una portentosa actuación, ha sido el brillante ganador del Masters 2020, que será recordado como aquel que debió moverse al mes de noviembre por mor de la pandemia provocada por el Covid-19. Para el golf español permanecerá en la memoria, además, como una de las ediciones en las que Jon Rahm (-10), séptimo finalmente, albergó opciones de victoria hasta bien avanzado el torneo.
El golfista vasco estuvo dentro de la pomada hasta la noche del sábado. O más concretamente hasta el hoyo 8 de la tercera jornada, punto de inflexión en el que se torció ligeramente una trayectoria que apuntaba a lo más alto. Un segundo golpe imperfecto y un árbol llevaron el hoyo al doble bogey, y de paso, separaron el camino del español del de su compañero de partido Dustin Johnson, que aprovechó sus dificultades para asestar un golpe de autoridad que se antojaba ya entonces definitivo.
Pero Augusta es Augusta, y nunca se le puede volver la cara. No lo hizo el estadounidense, que ansiaba su primera chaqueta verde y no cometió apenas errores este domingo que pusieran en riesgo su triunfo. Al más mínimo momento de dificultad, bogeys a los hoyos 4 y 5, se recompuso con firmeza y premura, birdies prácticamente consecutivos para volver a encauzar el asunto. Su -20 final, récord en Augusta, habla a las claras de cómo ha rendido esta semana.
Por su parte, Jon Rahm salía en la jornada final a siete golpes del norteamericano y con la agria sensación que le dejó el bogey al 18 en la manga anterior. Demasiada desventaja como para pensar en una gesta, y más ante Dustin Johnson, y más aún cuando el primer hoyo se salda con bogey.
Pero Jon Rahm es un jugador ambicioso, y en sus últimos hoyos en Augusta, con algunas sensaciones positivas de vuelta, buscó bandera y se anotó tres birdies y un eagle. No todo fueron alegrías; un par de bogeys y un doble bogey, esta vez al 12, le impidieron repetir el cuarto puesto de hace dos años. En cualquier caso, tercer Top 10 en cuatro años para un Rahm que, como reconoció al término de la jornada, se ve ganando en ese templo del golf. Tiempo al tiempo.
También ha finalizado con buen sabor de boca Rafael Cabrera, el segundo de los tres españoles en el Masters -el tercero, José María Olazábal, quedó lejos del corte-; el canario ha concluido en el puesto 51 con +2 al total y se ha despedido haciendo gala de su habitual regularidad (vueltas de 73, 71, 74 y 72 golpes) y con el gustazo de haber liderado la prueba durante la primera jornada.
Jon Rahm, colíder en el ecuador de la prueba
Como era de esperar una vez consumado el lógico aplazamiento de la competición a noviembre, las inclemencias meteorológicas han acompañado parcialmente la prueba. Tanto es así que unas persistentes y torrenciales lluvias forzaron suspensiones el jueves que se fueron arrastrando hasta el mismo sábado. Con este marco de fondo, los 92 golfistas lidiaron con las condiciones y con un campo que fue muy diferente el primer día respecto de los posteriores.
Jon Rahm salió más que vivo de la primera ronda (69 golpes), y afianzó sus buenas sensaciones en la segunda (66), que repartió entre el viernes, doce hoyos, y la mañana del sábado, seis. De esta forma, la tercera ronda la comenzó desde la cima de la clasificación, compartida, eso sí, con jugadores como el propio Dustin Johnson.
En las dos rondas finales el resultado no ha acompañado al de Barrika, pero las conclusiones han de ser enormemente positivas para él: otro Top 10, diez de las últimas once rondas bajo par en un campo como Augusta National, mucho birdie,… El año que viene volverá a sacar su repertorio en el campo más ilustre de Estados Unidos, y lo hará, esperemos, acompañado de Rafa, de Chema, de un Sergio al que este año se ha echado en falta, y por qué no, de algún otro compatriota. Y esperemos que en abril y con público.
The Masters (12-15 de noviembre)
Augusta National Golf Club (Augusta, GA, EEUU)